Hay una regla de oro para las parejas que trabajan juntas: no mezclar lo personal con lo profesional. Sin embargo, no todas lo consiguen llevar a cabo. Es el caso de Jaime y Ana. Jaime y Ana compartían amor y trabajo hasta que ella decidió romper la relación e iniciar una relación con otro. Ahora el negocio que tienen en común ha pasado de ser su sueño a una pesadilla.