El letrado considera que Paloma está proyectando los traumas de su pasado a sus hijos porque está menospreciando a la gente por su aspecto físico. Por temor a que los niños estén alimentados de una forma inferior a lo recomendada, establece que tiene que visitar al pediatra, a un nutricionista infantil y al psicólogo para que entre los tres establezcan si los niños tienen que cambiar su dieta.