En su semana veintitrés de embarazo, el ginecólogo le comunica a Alba que su feto viene con una anomalía grave. Como la ley no le permitía abortar en España, decide marcharse al extranjero para hacerlo. Su ex pareja la trae a 'De buena Ley' porque considera que ha cometido un delito y quiere que pague por ello.