Javier e Isabel se divorciaron. Ambos han rehecho su vida por separado. ¿El problema? Isabel ha comenzado una relación sentimental con una mujer. Su ex y padre de su hija se niega a que su pequeña viva con dos mujeres. Para él dos mujeres no pueden educar bien a una niña y por eso exige la custodia en exclusiva de su hija. Isabel se niega en rotundo a ceder ni un ápice en la custodia de su hija. Ella y su pareja pueden perfectamente, igual que su ex marido y su novia, educar a su niña. ¿Para quién será la custodia: para Javier, para Isabel, para los dos o para ninguno?