Con 15 años, la hija de Ana terminó borracha y detenida por agresión. Alcohol, jóvenes y violencia forman un trío muy común en estos tiempos. Los adolescentes españoles empiezan a beber a una edad cada vez más temprana. En España, a los 13 años. Los padres están muy preocupados, como Ana, que ha terminado en ‘De buena ley’ porque quiere que Julia, la madre de una amiga de su hija y quien debía vigilar a las dos menores, pague por haber permitido que las niñas fueran a una discoteca. Para Ana, solo Julia, la adulta, y no las niñas, es culpable de cuanto sucedió el fin de semana. La hija de Ana ocultó a su madre, siempre muy restrictiva en horarios y salidas, que iba con su mejor amiga a una discoteca por primera vez. De cómplice, las adolescentes tenían a Julia. Lo que iba a ser una noche divertida se convirtió en una pesadilla cuando la hija de Ana bebió más de la cuenta y se peleó con otras jóvenes. Ana quiere que Julia se haga responsable de los 500 euros de multa que le han impuesto a ella como madre de la joven que comenzó la pelea.