Ana y Pedro forman un matrimonio con tres hijos. La menor de ellos es María, una niña que vino al mundo como ‘bebé medicamento’, es decir, nació para salvar la vida de su hermana mayor Lucía, enferma de leucemia. Ahora, María, de trece años, no quiere donarle el riñón que su hermana necesita para seguir viviendo y su padre, Pedro, defiende su derecho a negarse. Lucía apoya a su hermana en esta difícil decisión, ambas se niegan a ser operadas de nuevo. Por su parte, Ana, la madre, piensa que su hija pequeña no tiene opción, pues fue concebida única y exclusivamente para salvar a su hermana mayor y que ellos, como padres que son de ambas, tienen la obligación y el deber de luchar por la vida de las dos.