Vanessa Bouza ha sido sin duda una de las concursantes más polémicas de esta última edición de 'Gran hermano'. La ferrolana se convertía hace unas semanas en expulsada en una gala marcada por el rapapolvo de Jorge Javier Vázquez y por su cuestionable comportamiento con Javier, su pareja actual.
Ahora, la gallega regresa a Telecinco para sentarse en el programa de Bea Archidona y Santi Acosta con la intención de recuperar la relación con su hijo, con quien no se habla desde hace más de dos años. El reencuentro, lejos de ser lo que Vanessa esperaba, ha sido de lo más tenso y frío.
Vanessa y su hijo Alejandro no se veían las caras desde hace dos años, momento en el que se separaron por "lo insostenible que se había vuelto la situación" en la casa familiar: "Mi hijo tenía unos valores tremendos, pero a los trece años empezó a cambiar. Vivimos situaciones muy desagradables con Alejandro, situaciones que afectaban ya también a mi pareja Javier y a sus hermanas. Tuve que tomar una decisión muy complicada para una madre".
Y es que Vanessa ha explicado con la voz rota que hasta los servicios sociales tuvieron que intervenir para frenar los "episodios violentos" que se estaban produciendo en casa. Alejandro, sin embargo, tiene una versión muy distinta de lo sucedido:
"Mi madre se fue porque empezó en el mundo de la orquesta. Mi madre fue una figura ausente. No la llegué a echar de menos porque no sabía ni quién era. La jueza le dio la custodia a mi padre porque él le explicó que vivíamos con mi abuela, ya que ella se iba a cantar y solo la veíamos un par de fines de semana al mes".
Alejandro asegura en su entrevista en '¡De viernes!' que llegó a sentirse abandonado por su madre y que la cara que intenta dar la de 'Gran hermano' no es la real: "No me da pena ninguna. Está haciéndose la víctima como siempre hace. Se está haciendo la víctima para que la perdone todo el mundo y rascar algo de fama".
Justo antes de reencontrarse en el plató de '¡De viernes!', Vanessa le explicaba a los colaboradores del programa que se sintió obligada a romper toda relación con su hijo: "Hay situaciones que no se pueden tolerar en una casa, estaba empezando a tener comportamientos muy complicados. No me quedó otro remedio que tomar medidas".
Mientras Vanessa describía su punto de vista, el joven negaba con la cabeza en una sala aparte desde donde no perdía detalle de su entrevista. Cuando Alejandro hacía finalmente su entrada en plató, pasaba junto a su madre a la que ni tan siquiera saludaba: "Me parece increíble lo que está contando, eso no es así", le decía a los colaboradores.
Los llantos de Vanessa no generaban en el joven el más mínimo atisbo de sensibilidad: "No me da pena ninguna. Está haciéndose la víctima como siempre hace. Todos los juicios los perdió. Estás manipulando las cosas cuando realmente la mala eres tú", sentenciaba Alejandro generando el aplauso del público.
Vanessa, tras las duras palabras de su hijo, daba su brazo a torcer y reconocía algunos aspectos positivos de su hijo cuando aún eran felices durante su infancia. No obstante, estas palabras no resultaban suficientes para ablandar a Alejandro: "Para ti todos somos los malos, yo, mi padre, la abuela... Eres calculadora y no te creo nada, tú me abandonaste". Tras un tenso y frío reencuentro, ambos abandonaban el plató de '¡De viernes!' por separado y sin ningún indicio de reconciliación.