Jaime Ostos Jr desvela lo que no le perdona a Mari Ángeles Grajal: "Me mandó una foto de mi padre entrando en el crematorio"
Jaime Ostos Junior regresa a España para desmentir a su hermano Jacobo y a la viuda de su padre
Todo sobre la relación de Jaime Ostos Jr. con la viuda de su padre, Mari Ángeles Grajal
Gabriela Ostos carga contra Jacobo: ''Estoy cansada de escuchar insultos y amenazas''
La semana pasada, vivimos un tensísimo momento en '¡De viernes!' cuando escuchamos unos audios de Jaime Ostos Jr durante la entrevista que se estaba realizando a Jacobo Ostos y a Mari Ángeles Grajal. La guerra familia entre los hermanos Ostos se recrudece ahora le toca el turno a Jaime, quien tiene mucho que decir.
MÁS
Jaime Ostos Jr arremete contra Jacobo Ostos
Ahora, una semana más tarde, el hijo mayor de Jaime Ostos visita un plató de televisión después de años alejado del foco mediático para contestar sin pelos en la lengua tanto a su hermano pequeño, Jacobo Ostos, como a la viuda del torero. Jaime Ostos Jr ha regresado a España decidido a poner punto y final a las especulaciones.
Jaime, que vive desde hace años en Estados Unidos, ha explicado con emoción en la voz que se enteró de la muerte de su padre a través de un amigo que vio la noticia en televisión:
"A mí esa señora (Mari Ángeles Grajal) no me llamó por teléfono para contarme lo que había pasado, me enteré por un amigo de Costa Rica que había visto la noticia en la televisión y me llamó para contármelo, no es cierto que ni esa señora ni mi hermano me llamaran".
Pero sin duda lo que más dolió a Jaime Ostos Junior es un detalle de la viuda de su padre con él que no va a poder olvidar jamás, y es que Mari Ángeles Grajal no le llamó para comunicarle la muerte de su padre pero sí le envió una dolorosa fotografía:
"Yo no pude ir a la misa funeral de mi padre porque había un temporal en Estados Unidos y no había vuelos, pero un amigo me mandó un vídeo de la misa, sin embargo, esta señora lo que me mandó fue una foto de mi padre entrando en el crematorio (...) Eso me sienta como una patada ahí mismo, me dolió mucho, yo hablé con mi padre por teléfono dos días antes, incluso estuvimos hablando de vernos (...) Él ya no estaba para tanto viaje y tanto trote, después del Covid se había quedado mal, mi padre pesaba 40 kilos, pero aunque estuviera muriéndose te decía que se encontraba fantástico pese a no estarlo".