El magnate Bruce Eiger, dueño de un casino, es encontrado muerto debajo de uno de los balcones de su casa. Su mujer, Donna Eiger, admite que cuando llegó a casa en la noche de autos sólo encontró el cadáver.El dueño del casino rival, Sal Magli, admite en el interrogatorio que tuvo una relación sentimental con Donna.
Cuando Catherine vuelve a fotografiar la escena del crimen, decide volver a mirar los cubos de basura y encuentra una nueva prueba, unos pañales de talla adulta.
Además, el equipo encuentra restos de leche en la escena del crimen, por lo que deducen que habría una niñera aquella noche. Cuando localizan a la mujer en cuestión, ésta declara no tener ninguna implicación en los hechos. Además, señala que el magnate tenía un secreto mucho más terrorífico que fue el desencadenante del crimen.