Tras interrogar a varios vecinos de la zona, un chico informa a Grissom y a Brass que vio cómo un oficial de policía llamaba a la puerta de la casa de las víctimas. Gil Grissom está convencido de que el asesino en serie que buscan podría ser un policía, hipótesis que entristece al detective Brass.
La camisa de un uniforme hallada cerca del escenario del crimen lleva a los investigadores hasta Fromansky, un efectivo con malos modales que asegura que perdió dicha prenda hace tiempo.
Mientras tanto, Catherine y Sara se sumergen en un nuevo caso cuando se descubre el cuerpo descompuesto de un universitario en una bañera. Las forenses no encuentran en el baño señales de lucha y posteriormente la autopsia revela que la víctima, Daniel OHannissey, murió antes de sumergirse en el agua de un de un golpe en la cabeza que le causó una hemorragia cerebral.