En el laboratorio, el doctor Robbins confirma que la víctima falleció debido al disparo de un mosquete.
Hodges, por su parte, revela que los restos encontrados en sus ropas corresponden a un extracto de granada, sustancia empleada en el siglo XIX para teñir los tejidos. Posteriormente, Nick constata que las muestras óseas encontradas en la escena son huesos de ballena, utilizados en los corsés de dicha época. Los forenses creen que la víctima, identificada como Caleb Carson, estaba obsesionada con la Guerra Civil Norteamericana y que no dudaba en participar en recreaciones de las batallas.
Mientras tanto, Catherine investiga la muerte de Manny Rupert, producida debido a una sobredosis tras haber ingerido cocaína, Viagra y otras sustancias. En la habitación del hotel donde se alojaba la víctima, la forense descubre sangre en un espejo roto. Warrick, por su parte, recoge muestras de vello púbico y fluidos en la cama, evidencias que llevan a los investigadores hasta Sindee Houston. La mujer confiesa que la cita con Rupert iba bien hasta que ella decidió irse. En ese momento, él se encolerizó y destrozó el espejo de un disparo.
Posteriormente, Warrick interroga a Darcy, la hermana de la víctima, que afirma que a Manny le habían diagnosticado recientemente una grave enfermedad. La joven cree que su hermano, al saber que iba a morir, podría haberse quitado la vida organizando una fiesta letal.