En el episodio, una persecución policial concluye con el descubrimiento del cadáver de un trabajador del censo en el maletero de un automóvil. Tras ser capturado, Kevin Hensley, conductor del vehículo, asegura que le obligaron a punta de pistola a llevarse el cuerpo del hombre y a huir del lugar. Una vez identificado el escenario donde la víctima fue vista por última vez, Natalia y Ryan centran su atención en una casa cerrada que posee los mismos aislantes hallados en el cuerpo del censor.
Una vez dentro de la vivienda, los forenses descubren un extraño laboratorio y cuando Natalia se tropieza con el conducto de una bomba, se produce una fuerte explosión que casi acaba con la vida de ambos.