Tras visionar las cintas de las cámaras de seguridad del hotel, los forenses descubren en el metraje a dos posibles sospechosos, un hombre y una mujer que acompañaban a las víctimas la noche del crimen.
La investigación se complica cuando poco después la policía descubre a otra pareja muerta en un motel. La esposa fue asesinada de la misma forma que la primera fallecida, mientras que el marido perdió la vida tras ser apuñalado en la máquina de hielo del establecimiento hotelero. Grissom, por su parte, está convencido de que el asesino ha cambiado su modus operandi.
Las imágenes que aparecen en la grabación de las cámaras de seguridad de dicho día llevan a los forenses a identificar a dos posible testigos de los hechos, el matrimonio Rifkin. Parece ser que el presunto asesino preguntó al señor Rifkin cuánto quería a su mujer. Tras plantear este interrogante, el matrimonio comenzó a discutir y esta circunstancia acabó salvándoles la vida. Posteriormente, Grissom y Nick regresan al escenario del primer asesinato, donde encuentran varias huellas dactilares en distintas monedas pertenecientes a Mandy y Cameron Klinefelds.