Connie llegó al vestuario con un fuerte dolor de estómago y fue hallada muerta poco después. Mientras practica la autopsia al cuerpo, el doctor Loman descubre viejas cicatrices que indican que la joven sufrió maltrato físico.
El forense concluye que un fragmento de una costilla que colgaba de la caja torácica acabó por romperse y le seccionó un vaso sanguíneo, situación que le provocó la muerte.
Los investigadores deciden interrogar a Vince Kessler, un fan del equipo rival que podría haber introducido un medicamento que provoca el vómito en el protector bucal de Briggs. Poco después, Lucy Strickland, la compañera de habitación y mejor amiga de la fallecida, informa a los forenses que Connie mantenía una enconada rivalidad con Tara Werner, otra patinadora.
Los investigadores acuden a un centro de rehabilitación local, donde descubren que la joven sufre parálisis como consecuencia de una herida que le causó Connie durante una competición.