Extraños sucesos criminales que no son lo que aparentan, en la agenda de trabajo de los forenses
En el primer capítulo, Vance Tolsom, un expolicía que cumple condena por el homicidio de su esposa, Anne-Marie, es asesinado en prisión. Los forenses descubren que la mujer, que también era policía, había mantenido antes de su muerte diversas aventuras con numerosos miembros de la Policía de Las Vegas, incluidos los detectives Brass y Vartann. Posteriormente, el C.S.I. constata que Vance iba a tener un nuevo juicio y que quienes lo ejecutaron fueron contratados por alguien del exterior. La investigación da un giro inesperado cuando la hermana de Anne Marie, que estaba ayudando a Tolsom, recibe un disparo mortal tras compartir sus sospechas con los forenses.
Y en el segundo episodio, un homicidio, un suicidio, una muerte natural y otra accidental se producen en una sola noche, hecho que lleva a pensar al C.S.I. que se enfrenta a una siniestra oleada de muertes. Las primeras evidencias halladas en los distintos escenarios demuestran que nada es lo que parece: el suicidio es en realidad un asesinato, mientras que el aparente homicidio parece ser la estrategia de un hombre adicto a los videojuegos, que podría haberse quitado la vida para acabar con sus numerosas deudas y lograr que su esposa cobre un sustancioso seguro.