En el episodio, tras el brutal asesinato de cuatro personas en un hotel neoyorquino, los forenses centran sus sospechas en un hombre, amigo de dos de las víctimas, que se encontraba vagando por las calles de la ciudad empuñando un hacha. Tras corroborar que el principal sospechoso ha consumido LSD durante la celebración de su cumpleaños junto a su grupo de amigos, el C.S.I. constata que el joven es incapaz de recordar los hechos.
Taylor y su equipo recrean la sucesión de acontecimientos que tuvieron lugar aquel día a partir de los restos sanguíneos hallados en la habitación y los recuerdos sesgados del sospechoso.
Los investigadores descubren poco después que las dos víctimas femeninas conocieron al grupo de amigos en la calle y decidieron unirse a la celebración.