En el episodio, Davi Santos, una leyenda del automovilismo, fallece inesperadamente cuando su vehículo explota durante una carrera urbana de exhibición previa a la celebración del Gran Premio de Fórmula 1. Tras investigar el entorno de la víctima, los forenses descubren que el fallecido tenía numerosos enemigos, situación que dificulta la investigación.
Liza Gray, una joven piloto que competía con de Santos en la misma carrera , se convierte en una de las principales sospechosas del caso.
Sin embargo, el hallazgo de unas fibras en el escenario, el visionado de las imágenes de las cámaras de seguridad y el descubrimiento de una herramienta con una huella dactilar permitirán a los forenses esclarecer el caso.