En el capítulo titulado 'Adiós y buena suerte', los forenses investigan la muerte de Kira, una joven que falleció tras ser empujada desde una ventana. Tras descubrir la conexión entre este asesinato y un viejo caso, Sara Sidle se involucra personalmente en la investigación con el objetivo de encerrar a Marlon West, el presunto asesino. Aunque Hannah, la hermana de West, afirmó públicamente que ella cometió el asesinato, confesó en secreto a Sara que el verdadero culpable de la muerte era Marlon.
Un diente hallado en el escenario relaciona a Marlon con Kira. Al parecer, ella le propinó un puñetazo y parte de un diente de él quedó incrustado en su mano. Sin embargo, el C.S.I. descubre que la chica mantuvo relaciones íntimas con otro joven y localiza una huella de Marlon en el envase de lubricante que utilizó la pareja. A pesar de que las evidencias indican que Marlon es el principal sospechoso del caso, Sara está convencida de que Hannah es la única culpable.
En el ámbito personal, tras aceptar la propuesta de matrimonio de Grissom, Sidle se replantea su vida por completo y decide enfrentarse a dolorosos episodios de su pasado.