En el episodio, tras el testimonio de un miembro del C.S.I. en el juicio del homicidio de una mujer en un club de campo y del veredicto de culpabilidad del jurado basado en el dictamen forense, Horatio descubre nuevas evidencias que indican que Alfonso Reyes, el presunto asesino, es inocente.
Mientras el equipo liderado por Caine reabre la investigación del crimen, Derek Powell, un ambicioso abogado, dificulta la labor forense utilizando cualquier medio a su alcance para ganar el caso.
Posteriormente, los investigadores centran su atención en una extraña marca hallada en la sangre de la víctima, indicio que les lleva hasta un poderoso hombre de negocios que ha contratado a Powell como letrado.
Al sospechar que Derek pudo haber propiciado la acusación de Reyes, los investigadores intentan identificar a las personas implicadas en el encubrimiento del asesinato de la joven.