En el episodio, la detective Angell y dos agentes de policía se encuentran cenando en un local cercano al juzgado mientras protegen a Connor Dunbrook, un testigo protegido que va a testificar contra su padre, Robert Dunbrook. De repente, un camión se sitúa frente al establecimiento y dos hombres secuestran a Connor tras efectuar varios disparos. Angell recibe un impacto de bala y es trasladada rápidamente al hospital.
Poco después, el C.S.I. acude al escenario en busca de evidencias que les permitan identificar a los responsables. Mac está convencido de que Robert Dunbrook planeó el secuestro para evitar que su hijo testificara contra él. Tras seguir a Robert hasta un almacén, los forenses descubren que no tiene nada que ver con el secuestro y que acudió al lugar para entregar el rescate.
Cuando los secuestradores se percatan de que la policía se encuentra en las inmediaciones del lugar, deciden abortar el intercambio y huir. Del análisis de las pruebas, Mac deduce que los criminales son experimentados ex-mercenarios. Mientras espera que los secuestradores llamen de nuevo para reclamar el rescate, los forenses estudian pormenorizadamente las evidencias halladas en el almacén para intentar localizar en lugar en el que ocultan a Connor.