En el capítulo titulado 'Mercado de encuentros', Keppler, Nick y Greg acuden a una empresa de soldadura donde yace el cuerpo carbonizado de Ross Neddy, un ex-presidiario. El examen preliminar parece indicar que se trata de un accidente laboral hasta que el doctor Robbins descubre dentro del cuerpo un paraguas y profundos cortes en la pelvis y en el cuello del fallecido. Además, el patólogo forense constata que el asesino de Neddy le robó los huesos y los tejidos dejándole los riñones, el corazón y el hígado.
En el laboratorio, Keppler analiza las huellas dactilares de Ross y descubre que su verdadero nombre es Roger Lapinsky. El supervisor de los forenses se percata de que alguien desenterró el cuerpo de la víctima, lo quemó y extrajo los tejidos y los huesos. Cuando Sofia visita el apartamento de Heidi, la novia de Ross, la encuentra con su pareja y un bebé. El sospechoso confiesa a la investigadora que desenterró el cadáver Lapinsky, lo vistió con sus ropas y lo quemó.
Mientras tanto, Greg comenta a Nick que el logotipo del paraguas encontrado en el cadáver pertenece a una conocida compañía de obtención de tejidos. Keppler y Nick verifican que varias empresas del sector han recogido tejidos y huesos de cerca de 30 pacientes. Cuando se descubre que Lapinsky murió de leucemia y otras víctimas de SIDA y de hepatitis, Keppler sospecha que algunas partes de los cuerpos se vendieron bajo pretextos falsos.
Dolorosa vuelta a casa
En otro lugar de la ciudad, Brass, Warrick y Sara examinan el cuerpo sin vida de Margo Dorton, una mujer de 35 años, en su lujosa casa. Bill, el marido de la víctima, regresaba de un viaje cuando la encontró muerta. Sara y Warrick localizan diversos cabellos en el vestido de la fallecida, así como varias gotas de sangre fuera de la habitación. Posteriormente, el doctor Robbins confirma que Margo falleció debido a un fuerte traumatismo en el cuello.