En el capítulo titulado 'Matar a un predador', mientras examina el cuerpo sin vida del abogado Sean Radley, Alexx descubre una extraña marca de pinchazo en su fémur fracturado y restos de carburante bio-diesel. Tras investigar el pasado del letrado, los investigadores descubren que la mujer del fallecido presentó la demanda de divorcio porque él mantenía un romance con su ayudante, trámite que suspendió posteriormente.
Horatio constata que Deborah, la esposa de la víctima, alquiló un coche en una compañía que sólo trabaja con vehículos bio-diesel. Las primeras pesquisas apuntan a que los daños que presenta el automóvil alquilado concuerdan con el asesinato de Radley, hasta que una pieza de joyería y unas lentillas de color llevan al C.S.I. hasta Hannah, la hija de Sean y Deborah.
Además, Horatio y Natalia acuden a un café donde ha tenido lugar un nuevo asesinato. Allison, una testigo del crimen, explica que nadie pudo ver de dónde procedían los disparos que abatieron a Tony Massaro, miembro del equipo de 'Predadores entre nosotros', un programa de televisión con cámara oculta. Al parecer Massaro, tenía previsto reunirse con Tiffany, una joven por la que Sean tenía especial interés. Ryan y Delko descubren que quien se oculta bajo el nombre de Tiffany es Lou Durning.
Tras estudiar la transcripción de las conversaciones que mantuvo Tiffany en un chat con varios individuos, el C.S.I. interroga a Kevin Weaver, un hombre que se mostraba excesivamente protector con Tiffany en la red. El caso se complica cuando Natalia confirma que la huella hallada en una botella rota en el escenario del segundo crimen pertenece a T.J. Pratt, un pedófilo que ayuda a otras personas como él a superar su problema.