En el capítulo titulado 'Lagartos de dos patas', Brass y un equipo del SWAT se dirigen a un rancho situado a las afueras de la ciudad en busca de Chyna De Vere y Preston, un matrimonio que ha desaparecido recientemente. Cuando llegan al lugar, Hank Connors, un hombre fuertemente armado, abre fuego contra la policía. Una vez controlada la situación por las fuerzas de seguridad, Grissom y Warrick entran en el granero de Connors, donde encuentran un camión con numerosos restos sanguíneos, varios instrumentos afilados, diversos ojos de cristal y la cabeza disecada de De Vere colgada junto a distintos trofeos de caza. Nick, por su parte, busca restos humanos en la pocilga.
En el laboratorio, Catherine y Greg procesan la alfombra encontrada en el apartamento de Connors, en la que hallan una gota de sangre de una mujer. Los forenses descubren la conexión entre la víctima y Hank: ambos pertenecían al mismo club. En el rancho, Grissom descubre un amplio material sobre conspiraciones alienígenas y un folleto en el que figura el nombre del doctor Buckman.
Por otra parte, Brass y Sofia entrevistan a Shannon Turner, la joven que facilitó a Hank una coartada el día que desapareció el matrimonio. Grissom visiona una vieja película de Buckman, en la que el médico sostiene la teoría de que los humanos han estado luchando contra una raza de reptiles alienígenas desde hace 100.000 años. Estas criaturas han adoptado formas humanas de presidentes y varios miembros de la realeza y la única manera de acabar con ellos es decapitándolos.
Mientras realiza la autopsia a Chyna, el doctor Robbins descubre un corte y una marca dental en la cabeza de la víctima. Catherine acude a la casa de Shannon Turner, donde encuentra varios dibujos de reptiles y uno de la joven ataviada de princesa guerrera, una taza con una foto de ella y Preston y una espada Excálibur.