En el episodio, los forenses acuden a Central Park tras ser informados del brutal asesinato de una joven fotógrafa. Tras constatar que una parte de la oreja de la víctima ha sido arrancada, Mac descubre que la fallecida forma parte de un misterioso culto vampírico.
Posteriormente, el jefe del C.S.I. centra su atención en una pequeña cicatriz, que se produjo durante la ceremonia de iniciación en la que el líder espiritual extrae sangre del nuevo miembro y que coincide con una marca que presenta el padre de la joven.
Tras ser presionado por Taylor, el progenitor de la víctima asegura que convenció a su hija para que se uniera al culto. El líder espiritual se alza como el principal sospechoso del caso hasta que los forenses descubren una inesperada evidencia en las fotos realizadas por la víctima.