Pendiente de ultimar las dos últimas investigaciones criminales -la muerte de un hombre en una piscina y el asesinato de un policía-, el laboratorio criminalístico de Miami cierra el año con la total resolución de los casos y el respaldo de la audiencia española. Una media de 3.190.0000 espectadores y el 16,4% de share han convertido a la ficción forense protagonizada por David Caruso en la serie de producción extranjera más vista de la temporada.
Peligrosas organizaciones mafiosas, criminales sin escrúpulos y violentas bandas callejeras han mantenido en jaque a los investigadores de Florida en la séptima temporada de 'C.S.I. Miami' que, a falta de dos episodios, acumula 3.190.000 telespectadores (16,4%). En el target comercial, la ficción eleva su media nacional al registrar un 19,3% de share, con una ventaja de 3,9 puntos sobre Antena 3 (15,4%), 7 sobre Cuatro (12,3%) y 11,9 respecto a La Sexta (7,4%).
Además, la ficción de investigación forense protagonizada por David Caruso se ha convertido en la opción más seguida de su franja de competencia, donde aventaja en 3 puntos a Antena 3 (13,4%), en 6,8 puntos a Cuatro (9,6%) y en 10,2 puntos a La Sexta (6,2%).
La serie muestra una clara hegemonía en las franjas de telespectadores entre 35 y 54 años y obtiene registros superiores al 18% en los mercados autonómicos de Cataluña (20%), Baleares (18,8%), Madrid (18,6%) y Valencia (18,3%).
El regreso de Elizabeth Berkeley para participar en una trama de larga duración encarnando a Julia Winston, la madre del hijo de Horatio, encabeza la amplia lista de intervenciones estelares que han tenido lugar en la séptima entrega de la serie.
Junto a Berkeley, Teri Polo ha interpretado a Jil Walsh, la angustiada madre de un menor secuestrado, mientras que el rapero y productor musical Sean Combs se ha puesto en la piel de Derek Powell, un controvertido abogado defensor, y Brian Austin Green ha dado vida a Anthony Green, la presunta víctima de un robo de coches.
La inestabilidad familiar, los conflictos personales y la búsqueda del amor han marcado esta temporada la trayectoria vital de los forenses de Miami mostrando su faceta más desconocida y vulnerable.
· Horatio protege a su hijo Kyle 'C.S.I. Miami' lidera el ranking de series extranjeras más vistas de la temporada con más de 3,1 millones de telespectadores
Los 'cameos' de Elizabeth Berkeley, Teri Polo, Sean Combs y Brian Austin Green
Amargos descubrimientos, traiciones y oscuros secretos, en las tramas de la séptima temporada
Mientras lucha por poner fin a la criminalidad organizada que amenaza la ciudad, Caine vela por el bienestar y la felicidad de su hijo Kyle. La falta de estabilidad familiar y el errático comportamiento de la madre de su hijo lleva al jefe de CSI a tomar una importante decisión: ofrecer a Kyle un trabajo en prácticas en el laboratorio.
· Delko descubre sus verdaderos orígenes
Aunque el amor le sonríe, la felicidad del forense no es plena. No sólo descubre que su madre le mentido durante años, sino que su padre biológico es un hombre malvado que trabaja para una peligrosa organización criminal rusa, revelación que cambia su vida drásticamente.
· El amor llega a la vida de Calleigh
Siempre ha estado a su lado: en los escenarios que procesaban juntos, en el laboratorio mientras analizaban las pruebas y en los momentos en los que necesitaba un amigo. Enamorada de Delko, la experta en balística inicia ilusionada una relación sentimental con su compañero de trabajo.
· Ryan incumple el protocolo para ayudar a un amigo
Una peligrosa adicción estuvo a punto de acabar con su carrera en el pasado, situación de la que logró salir gracias a la ayuda de un buen amigo. Ryan siente la obligación de devolverle el favor tras descubrir sus oscuros negocios con la mafia rusa, aunque para ello tenga que traicionar a Horatio y a sus compañeros del 'CSI'.
· Tara, adicta a un fármaco opiáceo
El cambio de trabajo, las responsabilidades inherentes de su cargo como patóloga forense del 'CSI' y los peligros a los que ha estado expuesta han podido con ella. Para combatir sus miedos e inseguridades, la doctora Price toma pastillas de oxicodina, un analgésico opiáceo que le produce una peligrosa adicción.