Los forenses llegan al escenario, donde encuentran un pañuelo con restos de pólvora y un millón de dólares bajo el suelo de madera. Catherine descubre unos hechos que implican a su familia en el caso tras constatar que sus progenitores habían reanudado su relación sentimental y que su padre acudió como invitado a la fiesta de la bailarina. Como Sam, el progenitor de Catherine, entregó a su madre un pañuelo idéntico al hallado en la escena del crimen, se convierte en uno de los sospechosos del caso. El C.S.I. también sospecha de la ayudante personal de ONeill después de encontrar evidencias que indican que sustrajo 10.000 dólares del escondite secreto de su jefa.
Posteriormente, los investigadores hallan el cuerpo sin vida de la anfitriona en el patio de su casa tras haber recibido un disparo, por lo que deciden buscar nuevas pruebas que relacionen ambas muertes.