Islandia ha salido al campo consciente de que estaba ante la oportunidad de su vida. Las dos primeras ocasiones han sido suyas, de falta directa y de tiro desde fuera del área, cuando apenas se habían cumplido los cinco minutos de partido. Ambas salvadas por el portero nigeriano. Islandia ha salido, decíamos, consciente de la oportunidad. Y Nigeria, consciente de que una derrota la dejaba fuera del Mundial. Los africanos se han sacudido el despiste de los primero minutos y en el minuto 20 ya contaba con tres llegadas al área islandesa.
Poco más han aportado los dos equipos, mucho más concentrados en no dejar opciones de ataque al rival que en buscar el gol. La única ocasión que podía haber movido el marcador la ha tenido Islandia al borde del descanso con una falta lateral que se paseó por el frente del área pequeña.
El segundo tiempo ha arrancado con Nigeria más ofensiva, buscando el gol que le permitiera seguir soñando con los octavos. Y no ha tardado ni tres minutos encontrarlo. Balón largo tras un saque de banda islandés mal ejecutado y contra de manual. Centro al área y Musa que controla y remata con dos movimientos de auténtico crack. Golazo de Nigeria, alegría en la grada africana… y en toda Argentina.
En la celebración del gol, Musa ha golpeado a Sigurdsson en la cabeza provocándole una brecha que ha obligado a parar el partido durante cinco minutos. Tras el parón, Nigeria ha cogido la pelota con mucho criterio, apostando por la calma y el control de la posesión. Islandia, ante ese planteamiento, no ha sabido presionar como necesitaba.
De hecho, el control de la pelota nigeriano ha llevado a los africanos a tener las mejores ocasiones del segundo tiempo. Musa, absolutamente pletórico, la ha enviado al larguero en un tirazo desde fuera del área y apenas un minuto después ha hecho el segundo con un jugadón de crack. Ha entrado en el área con la pelota controlada se ha ido del portero y ha tenido la paciencia de buscar el hueco entre dos defensas islandeses que se han plantado bajo el larguero para tapar la portería. Un gol para la sentencia y para que Argentina sueñe con el milagro a pesar del batacazo frente a Croacia.
Pero todavía quedaba un susto para los africanos y para los argentinos. Una vez más ha tenido que actuar el VAR para dictar un penalti de libro que el árbitro no había visto. Lo erró Sigurdsson (el 10, no el de la brecha que ya había sido sustituido) para tranquilidad de Nigeria y Argentina. El penalti ha servido de motivación para Nigeria, que ha tenido dos llegadas más al área con peligro. No ha llegado el tercero con el que soñaba Argentina para igualarse a todo con Nigeria.
El análisis del partido
Partido de mucho control entre ambas selecciones que se ha llevado la que más necesidad tenía y, por tanto, la que más arriesgó. Repasa el encuentro con nuestras herramientas de análisis.