España desactiva la trampa de Irán para lograr la primera victoria en Rusia y mirar a octavos (0-1)
España ha saltado a su segundo partido del Mundial con el control de la pelota desde el primer minuto y con una idea clara: asediar el área iraní y no dejarles respirar. Los persas, por su lado, no tenían previsto presionar por lo que el juego se ha volcado durante los primeros 45 minutos en campo contrario.
No obstante, el entramado defensivo de Irán ha dificultado muchísimo que los de Hierro hicieran ocasiones claras. Prácticamente las únicas opciones eran colgar el balón al área o hacerlo circular en línea tres cuartos sin apenas posibilidad de introducirlo a zona de remate.
En esa dinámica de juego han llegado las faltas de Irán a los nuestros al borde del área. La primera la ha lanzado Ramos, a la barrera. La segunda, Silva, a las manos del portero. Han sido las dos mejores ocasiones de España en los primeros 25 minutos de partido.
Por no hacer, Irán no ha hecho ni intención de salir a la contra cuando recuperaba la pelota. La consigna era no conducir y sacar el balón de su campo. Pero España tiene calidad de sobra para abrir casi cualquier lata. Iniesta e Isco han tomado la batuta, sabedores de que su talento era imprescindible para romper el muro iraní. Isco, con dos pases de ensueño ha generado la mejor ocasión de España del primer tiempo, en las botas de Silva, de semichilena, que se ha ido por encima del larguero.
Las pérdidas de tiempo de Irán han sido constantes. Tanto que, sin cambios, el árbitro ha añadido tres minutos. No han sido suficientes para abrir el marcador y el partido se ha ido al descanso sin goles, con las protestas airadas de los españoles por la actitud de Irán.
El segundo tiempo ha empezado con la misma tónica. Irán encerrada atrás y España asediando el área contraria. Las dos primeras ocasiones han llegado antes de los cinco minutos de reanudación. Primer Piqué a la salida de un córner y después Busquets con un tiro desde fuera del área.
La movilidad de Isco e Iniesta, más rápidos que en el primer tiempo, ha logrado abrir el bloque iraní en apenas diez minutos como no lo habíamos hecho en todo el primer periodo.
Y así ha llegado el primer gol, el alivio de la Roja y la puerta hacia los octavos. Buena conducción de Iniesta que introduce el balón al área a Diego Costa para acabar marcando tras dos rebotes con el defensa. Estaban tan metidos los iraníes dentro de su área que el riesgo que no habían previsto era el de acabar metiéndose ellos la pelota.
Con el gol, Irán ha salido de su campo y se ha encontrado con una falta, que aparentemente no entrañaba peligro, para hacer el empate. Gol y pánico en la Roja y la afición española. Por suerte, y tras un minuto de consultas al VAR, el árbitro ha recibido la orden que toda España esperaba. Fuera de juego.
El gol anulado a Irán ha sacudido a los de Hierro, que han vuelto a coger la pelota para poner control y posesión. Y así ha llegado el primer cambio. Koke por Iniesta para tener más dominio y pausa en el centro del campo. España ha vuelto a volcarse sobre el área contraria sabiendo que la única manera de conseguir la tranquilidad era meter el segundo.
Lo ha buscado España hasta el final ante una Irán que en los últimos minutos sí ha buscado a la desesperada la portería de De Gea. Pero los nuestros tenían claro el plan para evitar sorpresas. Tener la pelota y no da ni un solo espacio a la contra. Así ha llegado el final del partido. Una victoria trabajadísima, ante una auténtica trampa de partido que permite a España mirar hacia los octavos.