13 de junio de 1962, estadio Nacional. Brasil y Chile se ven las caras y todas las miradas se las llevan los brasileños. En el momento en el que los chilenos saltaron al terreno de juego, nadie les hizo caso. Garrincha hizo un partidazo y fue expulsado al final del encuentro porque se revolvió ante un rival después de estar todo el duelo recibiendo patadas.