Danny Rose, lateral de la selección inglesa ha confesado haber tenido graves problemas personales durante esta temporada y parte de la anterior. Todo derivado del suicidio de su tío, el ataque racista sufrido por su madre y su grave lesión de rodilla. Finalmente, ha sido convocado para el Mundial de Rusia, una noticia que ha cambiado la vida del jugador del Tottenham.
"Todo se derivó de mi lesión en enero del año pasado, cuando me avisaron que no necesitaba una operación. No sé cuántas pastillas tomé para tratar de ponerme en forma para el Tottenham, cuántas inyecciones tuve que probar", explica el jugador. Y es que Rose padeció una grave lesión en los ligamentos de la rodilla que le tuvo tiempo apartado de los terrenos de juego.
Rose acabó operándose y perdiéndose los tres primeros meses de competición lo que acabó por tenerle en un estado depresivo: "Ver a mis compañeros vender al Manchester United y al Arsenal cómodamente fue difícil. Ser remitido a un médico y psicólogo por el médico de mi club me ayudó a sobrellevarlo".
El ataque racista que sufrió su madre no hizo otra cosa que empeorar su estado anímico: "En agosto, mi madre sufrió insultos raciales en Doncaster, estaba muy enfadada y molesta. Luego, alguien llegó a casa y casi le pegó un tiro a mi hermano en la cara".
Y en medio de su rehabilitación, de nuevo otro varapalo. el suicidio de su tío: "Mi tío se ahorcó en medio de mi rehabilitación y eso también desencadenó mi depresión. No quería ir a trabajar, no quería hacer rehabilitación, sólo quería llegar a casa y acostarme".
Rose destaca el gran detalle que ha tenido Gareth Southgate, seleccionador ingles, llevándole al Mundial de Rusia: "Tengo suerte de que Inglaterra me haya dado la oportunidad de refrescar mi mente. Les debo mucho".