El Mundial de Rusia es, sin duda, el Mundial de las sorpresas. Dinamarca seguía cumpliendo la tónica habitual y daba la sorpresa con un gol en el primer minuto de partido. Una Croacia, que hizo pleno en la fase de grupos, se encontraba con una serie de infortunios que provocaban el gol de Mathias Jorgensen.
Partido loco y es que antes de que se cumpliese el minuto tres en el marcador, Croacia ya había empatado el partido. Mario Mandzukic se encontraba con un rebote dentro del área y la enchufaba hasta el fondo de la red con un potente disparo.
Con el paso de los minutos, el partido se fue tranquilizando. Croacia cogió la manija de la posesión y creaba las ocasiones más peligrosas. Dinamarca se conformaba con salir a la contra en busca de una ocasión que pudiera ponerles por delante.
Eriksen estuvo a punto de adelantar a los suyos antes del descanso pero su lanzamiento se estrellaba contra la cruceta del portero croata. La selección danesa trataba muy bien el balón. Croacia vivía su peor momento en el partido. Rakitic tuvo la última de la primera parte con un disparo desde dentro del área pero su remate salía muy flojo hacia las manos del meta danés.
La segunda parte arrancaba con Dinamarca ligeramente superior en cuanto a posesión, sin embargo, las dos primeras ocasiones fueron para Croacia. El empate seguía campeando en el marcador. Hubo que esperar hasta el minuto 71 para ver la primera ocasión clara de peligro. Fue en las botas de Nicolai Jorgensen. Ambas selecciones preferían no arriesgar demasiado.
Rebic, el mejor del partido en la segunda parte. El jugador de la Bundesliga, creaba peligro constante por su banda. Rakitic tuvo la última del partido con un disparo colocado desde fue del área que se marchaba desviado por poco. Los 90 minutos acababan con el empate en el marcador y el partido se iba a la prórroga.
La primera parte de la prórroga no defirió mucho de lo visto en el partido. Croacia llevaba la posesión y era Dinamarca la que disfrutaba de las mejores ocasiones aunque el partido seguía jugándose en el centro del campo.
Ambos equipos llegaron con el 1-1 a la segunda parte de la prórroga y con la sensación de que ambas selecciones daban por bueno ir a la lotería de los penaltis. El juagdor del Celta, Pione Sisto, tenía la mejor de la segunda parte tras salir desde el banquillo.
Luka Modric tenía en el minuto 116 la oportunidad de evitar la lotería de los penales. El jugador del Real Madrid fallaba desde los once metros la falta que Mathias Jorgensen había cometido en el área unos segundos antes. El marcador no se iba a mover más y el encuentro se iba a decidir en los penaltis.
Eriksen lanzaba el primer penalti de la tanda pero Subasic detenía el lanzamiento con una gran estirada. Badelj fallaba también su lanzamiento. En el segundo lanzamiento, Dinamarca se ponía por delante con un golazo de Kjaer. Kramaric devolvía la igualdad en el siguiente penalti. Krohn-Dehli volvía a poner a Dinamarca por delante. Con suspense, Modric ponía las tablas en el marcador. El juego psicológico no podía con el del Real Madrid.
Cuarto lanzamiento y buena parada de Subasic al disparo de Schone. Pivaric daba emoción al partido fallando su penalti desde los once metros. Jorgensen fallaba y dejaba a Rakitic la posibilidad de ganar el partido. Finalmente, el jugador del FC Barcelona metía a Croacia en cuartos de final.
Análisis del partido
Fue un partido muy eléctrico al principio y al final pero que rozó lo soporífero en la mayor parte del tiempo. Ambas selecciones estuvieron muy parejas en todo momento y se repartieron tanto la posesión como las ocasiones claras. El penalti de Modric pudo evitar la tanda de lanzamientos desde los 11 metros.