Alemania pide a gritos un cambio de ciclo. Löw ha apostado por mantener el bloque que desde 2008 ha ganando títulos y ha estado siempre entre las mejores selecciones del planeta fútbol, pero claramente ha fracasado. El inmovilismo del técnico alemán ha provocado que la vigente campeona del Mundo haya quedado fuera de los octavos de final por primera vez desde que acuden 32 equipos a las rondas finales de las Copas del Mundo.
El mapa de calor nos deja dos causas claras del ostracismo alemán. Problemas para sacar el balón jugado entre los defensas y el centro del campo. Como muestra el gráfico, Alemania ha apostado más por sacar la pelota por las bandas que por el centro del campo. Todo ello llevaba a transiciones muy lentas y escasa circulación de la pelota en la medular del área. Falta evidente de un último pase de gol claro. La campeona del Mundo ha llegado al área surcoreana pero lo ha tenido que hacer o bien a balón parado, por medio de centros o probando al portero Cho desde fuera del área.
El equipo se ha volcado tanto al ataque que lo han acabado pagando. Toni Kroos estaba muy sólo, falto de apoyos. El jugador del Real Madrid era el último en bajar a defender pero es que cualquier opción de peligro tenía que pasar por sus botas. El ex del Bayern no ha sido el único que ha mostrado síntomas de cansancio.
El gráfico de posiciones medias deja claro el caos de Alemania con el paso de los minutos. El equipo germano ha terminado el partido con un esquema totalmente desordenado con jugadores muy cerca de los otros. Todos estos detalles han acabado en la eliminación a las primeras de cambio de la campeona del Mundo, y es inevitable pensar en un fin de ciclo.