Tite decía en la previa del partido que Neymar no estaba al 100% y se ha demostrado en el empate de Brasil ante Suiza. El jugador del PSG atraía todos los focos, todas las miradas pero no fue su partido. Un jugador de tan altísimo nivel tiene muchas expectativas que cumplir y esta no fue la noche de Neymar.
El mapa de calor muestra como el ex del FC Barcelona se movió por todo el ataque de Brasil. Fue en vano. Neymar no encontraba opciones claras de remate desde ninguna parcela del campo, los regates no le funcionaban y su capacidad de desborde no llegó a aparecer en ningún momento.
El gráfico de posiciones medias muestra como Neymar empezó el encuentro como volante izquierdo para terminar el partido volcado en banda, prácticamente como si fuera un extremo puro. Además, el brasileño estuvo muy alejado de la portería de Suiza para lo que nos tiene acostumbrados. Zuber, autor del gol suizo, acabó más adelantado que el ex del Santos.
La falta de rodaje y de intensidad le pasó factura. No vimos al Neymar desequilibrante, electrizante y rápido de sus mejores noches, sino un Neymar que vagaba por el campo, tal vez ansioso por conseguir la victoria. En los últimos minutos se le pudo ver recurriendo de los disparos de larga distancia para intentar marcar, faltos de potencia por otra parte. Neymar puede, y seguramente será, muy importante para su selección pero necesita más rodaje.