La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre son muy elevados. Puede producirse porque el páncreas no segrega insulina o porque esta no se usa correctamente, lo que supone que la glucosa se quede en la sangre y que se puedan ocasionar serios problemas de salud. Las formas más habituales de diabetes son la tipo 1 y la tipo 2. Sonsoles Ónega conoce esta enfermedad de cerca porque su hijo tiene diabetes tipo 1. La periodista le contó a Jesús Vázquez en ‘El método Vázquez’ by Fitbit cómo conviven en su día a día con la enfermedad.
Hay varios indicadores que pueden hacernos sospechar que podríamos padecer diabetes. Atento a los siguientes síntomas:
Si hay mucha glucosa en nuestra sangre, los riñones tienen que trabajar a todo gas para eliminarla con la orina, por lo que tendremos más ganas de hacer pis. Esto conlleva que necesitaremos reponer líquidos, por lo que nuestro cuerpo nos lo hará saber con una intensa sensación de sed.
Puede haber una pérdida de peso que, aparentemente, no tiene ninguna razón de ser. Está más relacionada con la diabetes tipo 1 y suele ir unida a una sensación de hambre.
Si nuestro cuerpo no produce insulina, la glucosa no entrará en las células para darles la energía que necesitan, por lo que estaremos más cansados. Esa fatiga también puede estar relacionada con otros factores asociados a la diabetes, como la obesidad o la hipertensión arterial.
Un exceso de glucosa en sangre puede dañar los vasos sanguíneos de los ojos y provocar visión borrosa. Además, la mayor pérdida de líquidos asociada a la diabetes puede suponer problemas de ojo seco, lo que nos impedirá enfocar bien la vista. Si una persona con diabetes no recibe el tratamiento adecuado podrá sufrir problemas más graves, como una pérdida permanente de la visión.
Los niveles elevados de azúcar en sangre también pueden afectar a la circulación y, en personas con diabetes tipo 2, se pueden traducir en sensación de hormiguero o de entumecimiento en las manos y en los pies.
Es necesario prestar atención a estos síntomas y acudir al médico cuando sea necesario para prevenir la enfermedad, que puede confirmarse o descartarse con una analítica de sangre en la que se mide el nivel de glucosa en ayunas.