Carme Chaparro nos habla de la libertad de expresión, de cómo nos autocensuramos y de cómo llegó un momento en que ella dijo “hasta aquí”. La escritora confiesa que fue cuando empezó a escribir y puso voz a sus personajes: “La libertad de poder elegir no tiene precio, te hace sentir libre, sin ataduras y lo mejor de todo, inspiras a los demás”.
Para Carme Chaparro, la libertad de expresión es algo “muy complicado” ya que en ese proceso intervienen nuestra mente, nuestro corazón y el entorno: “Muchas veces nos censuramos a nosotros mismos porque pensamos que le vamos a hacer daño a otra persona”.
Sin embargo, hubo un momento en que eso cambió para ella: “Dije, puedo ser libre y fue cuando empecé a escribir novelas”. La escritora deja hacer a sus personajes pero siempre tienen algo de ella: “De alguna manera, son una parte de lo que soy yo y muchas veces yo también soy libre a través de los personajes”.
Además, Chaparro está convencida de que se puede cambiar el mundo con el lenguaje: “Es importantísimo para conquistar libertades”. El mero hecho de hablar alrededor de una mesa tomando algo ya es una libertad y añade que aprender a decir en femenino términos como jueza o presidenta hacen que nuestra cabeza lo entienda. “Hablar con libertad no tiene precio, no censures lo que sientes”, concluía.