Lola tiene 73 años y cree que ha llegado el momento cambiar. "Siempre he tenido mucho complejo, siempre he tenido la moral y la autoestima por los suelos. Llevo 30 años con este pelo", les ha dicho Lola a nuestros estilistas, a las que ha confesado cuál fue el motivo por el que perdió la alegría. "Estoy separada desde hace 28 años y tengo tres hijos a los que he sacado yo sola adelante. Mi marido se fue a Cuba y se casó con otra mujer. Fui a buscarle y me dijo que me había dicho que no fuera. Al día siguiente me lo explicó. Yo en parte tuve culpa. Me dijo que no fuera y fui. Ojos que no ven corazón que no sienten. Estuve en terapia y al enterarme de esto dije: 'A ver si la moral se me sube un poquito.' Tengo ese deseo de verme y sentirme guapa y mujer", ha dicho Lola, que finalmente se ha decantado por Natalia para el cambio.
Loli, una abuela joven por dentro y por fuera
Loli se siente una mujer joven pero a sus 73 años, las arrugas hacen que su aspecto no se corresponda con su espíritu. Gracias a 'Cámbiame', Loli se verá muy mejor. Ahora ya no solo se siente joven sino que también lo parece. Nuestra candidata se ha sometido a un tratamiento de rejuvenecimiento en una prestigiosa clínica.
Lola, la abuela más sexy y moderna
Lola se ha convertido en un cisne. El cambio de Lola ha dejado sin palabras a Cristina y Pelayo que no creían que Natalia se atreviera con un look tan arriesgado. "Estábamos convencidos de que no te ibas a atrever. Has triunfado con el looks. Es uno de los looks más arriesgado. Es arriesgado y un acierto."
Y es el look elegido por Natalia le ha quitado muchos años de encima a Loli. Le ha cortado el pelo, le ha puesto extensiones y ha modernizado su armario. "Loli es una mujer divertida, baila que te mueres, es sexy a rabiar. Tu marido fue un lastre que te quitaste de encima. Está viviendo su segunda juventud. Ella no quiere renunciar a la alegría y he querido darle un chute de color", ha dicho Natalia, que ha hecho un guiño en uñas y zapatos a los gusto de nuestra candidata. "Su color favorito es el amarillo y le he puesto las uñas y los zapatos. No he querido perder su esencia y su alegría sino resaltarla con un poco más de clase", le ha dicho a Lola, que, convertida en una abuela muy estilosa, no va a desaprovechar ni la ropa y el maquillaje y se va a ir a bailar.