El sueño de Ana era dejar de ser una mujer despreocupada por su aspecto y convertirse en toda una princesa. La boda de su hija mayor está a la vuelta de la esquina y Ana siente que si no está a la altura puede defraudarla. Natalia ha puesto todo su talento en marcha para que esta barcelonesa triunfe como nadie en tan especial evento. Así ha sido su gran cambio.