Beatriz llegó a hacer triplete en televisión, trabajando en tres programas a la vez. Tuvo que dejar este trabajo porque no soportaba que nadie cuestionara su trabajo como madre.
Actualmente tiene dos trabajos: se levanta a las 7 para cuidar a una señora por la mañana y por la tarde trabaja en una pizzería, lo que le obliga a llegar a su casa a la 1 ó 2 de la madrugada.
Bea no tiene tiempo para ella. Si quiere comprarse algo, su hijo siempre es lo primero y se sacrifica porque entiende que él tiene más necesidades que ella. Adrián tiene 9 años y se siente muy orgulloso de su madre. Espera que deje el color negro y vuelva a ser la madre de la que él presume en el colegio.