Con la sensación de que Yolanda se iba a alegrar, Leo va a la discoteca para contarle que Cristobal Peña ha muerto asesinado de un disparo a quemarropa. Sin embargo, la actitud de Yolanda no es de alegría y el policía comienza a sospechar que ella y Bruno esconden algo. En un intento de ganarse su confianza, va a su casa días después e intentar convertirse en su amigo, pero Yolanda no parece dispuesta a contarle a nadie lo que pasó en casa de los Peña.