Las claves del tercer capítulo de ‘Brigada Costa del Sol’: Mejor echar la culpa al diablo
El 18 de julio de 1977 marcaría la trayectoria de la brigada
18 de julio de 1977, un calor abrasador, cuatro policías intentando detener la entrada de droga en la península, empresarios jugando a ser narcotraficantes y dos ex legionarios cobrándose su propia venganza. El tercer capítulo de ‘Brigada Costa del Sol’ viene cargadito de acción y deseos imposibles.
¡Alerta Spoiler! Si todavía no has visto el tercer capítulo de ‘Brigada Costa del Sol’ es el momento de que dejes de leer porque si sigues vas a leer un montón de cosas que no te van a gustar. Sin embargo, si ya lo has visto, sigue hacía abajo porque te va a gustar.
Marielena, a Reyes: “Quiero rock and roll”
Cuando tienes todo lo que deseas tu vida deja de ser divertida y necesitas algo más. Sin quererlo, Reyes se ha metido de lleno en el negocio del hachís y su esposa no termina de estar conforme. No entiende por qué su marido quiere que esté contenta por tener una nueva casa en la playa pero pretende dejarla fuera del negocio. Un negocio que puede ser muy peligroso, pero que tiene lo que ella está buscando, Marielena necesita “rock and roll” y está a puntito de conseguirlo.
Las buenas causas de la familia del ‘Niño Pera’ salen a la luz
No es oro todo lo que reluce y Leo descubre que tras la fachada de hombre de Estado de su padre el General Villa, se esconde un espíritu de venganza que se interpondrá en su investigación. Alertado por su madre, Leo intenta descubrir por qué su hermano mayor y encargado de la economía familiar no consigue alquilar el chalet. Lo que el ‘Niño Pera’ no esperaba encontrar es que en el chalet de la familia se estaban escondiendo los hermanos Peña y que los actos de caridad de los que su hermano le hablaba estaban relacionados con los ex legionarios que tenían atemorizada a media España con sus atracos.
Yolanda cara a cara con el asesino de su padre
Convencida de que la policía es su enemigo, Yolanda decide cobrarse la justicia por su mano y está dispuesta a matar a los hermanos Peña con sus propias manos. El destino quiere que los asesinos de su padre entren en la discoteca Camelot y le sirvan la venganza en bandeja de plata.
Bruno contra las cuerdas: “Charo dispara al cuello”
Sabían el lugar y quienes eran los atracadores, pero unos minutos convirtieron algo sencillo en un atraco con un montón de rehenes, entre los que se encontraba Charo, la mujer de Bruno. Los hermanos Peña tenían la sartén por el mango y la Brigada Costa del Sol, las manos atadas.
En el próximo capítulo…
Yolanda no podrá ocultar más su secreto y terminará confesándoles a Bruno y a Leo que busca a los hermanos Peña para vengarse. Una información que dará un nuevo giro a la lucha contra el narcotráfico, si la droga causa muerte, será mucho más fácil conseguir medios para frenarla.