En mi último viaje por fin me he subido a una tabla de surf, un deporte que tenía pendiente desde hace tiempo, y que además he tenido la oportunidad de hacer en la Isla de Bali, uno de los mejores lugares del mundo para practicar esta actividad.
Esta isla es mundialmente conocida por ofrecer al turista toda clase de entretenimientos: impresionantes volcanes, cascadas, infinidad de templos, playas infinitas, un buceo espectacular… y olas de infarto. Durante mi estancia pude practicarlo un par de días, que no es mucho, pero suficiente para contaros mi experiencia.
De hecho, el primer contacto que tuve con el mar en Indonesia fue practicando surf. Recién llegados, un buen amigo nos llevó a una playa tranquila en la zona de moda de la isla, Canggu, donde nada más entrar en el agua me percaté de la calidad de las olas y de las fuertes corrientes, habituales en Bali.
La mayoría de las playas balinesas están compuestas de arrecifes de coral, donde nacen y rompen estas olas largas y ordenadas, perfectas para practicar surf, pero que a su vez nos obligan a estar muy pendientes de las mareas.
De hecho, el primer día tuvimos que salir porque la corriente nos arrastraba y cuando nos quisimos dar cuenta la marea había bajado por debajo de las rocas, al descubierto en la orilla. La verdad es que me sorprendió la fuerza del oleaje en todas las playas de la isla que visité.
Cuando la marea no es suficientemente alta es imprescindible el uso de escarpines para protegernos de los arrecifes. También son recomendables cuando se realiza surf desde barco: el último día del viaje lo practicamos en la isla de Lembongan, al suroeste de Bali, donde nos llevaron en una de las típicas embarcaciones isleñas hasta el arrecife donde rompen las olas.
Antes de partir, me dieron cuatro lecciones básicas sobre la arena que recibirás cuando hagas surf por primera vez: las partes de la tabla, si eres goofy o regular (qué pie irá delante), posturas y movimientos encima de ella, por donde debemos coger las olas…
Sinceramente, en este deporte donde vas a aprender es en el agua.
En el surf la mayor parte del tiempo lo pasas remando encima de la tabla hasta que vuelves a la zona de rompiente y esperas una ola adecuada para ti. Es un deporte verdaderamente extenuante en el que es fundamental saber nadar y tener potencia en los brazos, ya que las distancias pueden ser largas y a contracorriente. También es importante ir con un traje que al menos cubra la espalda y los brazos para protegernos del sol, de posibles rasguños o de quedarnos fríos en el agua.
Y una vez situados, consiste en esperar una ola y remar con fuerza en el momento en el que suba para romper, con el fin de deslizarnos encima de ella y ponernos de pie sobre la tabla. ¡La sensación es brutal! La velocidad sobre la ola te provoca una mezcla de adrenalina y diversión muy emocionantes.
Las tablas para principiantes son muy grandes y estables precisamente para que consigas ponerte de pie desde el primer día. Yo me lo pasé muy bien intentando controlar mi cuerpo encima de la tabla hasta que la ola moría.
¡Aunque también tuve algún contratiempo! Como comentaba al principio, el mar en Bali es bastante impredecible y las olas rápidamente empezaron a crecer. Cogí una demasiado grande que me revolcó y en vez de soltar la tabla, me agarré a ella: craso error. Si las olas son muy grandes lo mejor es que te olvides de la tabla y la sueltes. La fuerza de la ola empujó la tabla hacía mí y me golpeó muy fuerte la cara. En estos casos el susto suele ser mayor al impacto porque las tablas para primerizos también son blanditas para amortiguar el golpe. Aún así, ¡aquí os dejo mi foto finish con la nariz magullada como una boxeadora!
Para iniciaros os recomiendo hacerlo siempre con un monitor y en una playa tranquila con olas aptas para vuestro nivel, que no superen el metro de altura. Y consultar siempre la previsión del tiempo, viento y mareas ;).
El surf es un deporte en el que trabajamos especialmente los brazos, la espalda y también la coordinación y el equilibrio, y que gracias a la natación y al yoga he conseguido afrontar sin dificultades, aunque salí exhausta del agua. Es muy importante calentar las extremidades y el cuello previamente para evitar lesiones, y estirar muy bien después.
Sin duda, ¡os recomiendo probar esta sensación! Aquí en España tenemos muy buenas playas para surfear en Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Costa del Sol, y por supuesto, Canarias. Un deporte cada vez más popular que ha sido incluido en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio.
Y si vuestro destino es Bali, podéis confiar en Planet Nómadas para subiros a una tabla y pasar unos días inolvidables de buceo en la isla.
Gracias a Roxy y a Álvaro Puerto por acompañarme entre las olas en este reportaje.