Nuevos por dentro y por fuera: recetas depurativas
Después de este mes de idas y venidas, de cenas, celebraciones y muchos brindis… llega enero y con él, el cuerpo nos pide a gritos un poquito de rutina física y culinaria.
Es el momento de depurar los excesos de azúcares, grasas y alcohol que hemos ingerido estas Navidades mediante comidas ligeras, calientes, de cuchara... que combinadas con un poquito de deporte diario nos ayudarán a volver a encontrarnos bien.
Por ello y gracias a Recetags, hoy os voy a proponer unas recetas depurativas para que no os falten ideas a la hora de cuidaros después de estas fiestas.
En esta página podréis encontrar una amplia variedad de recetas pertenecientes a más de setenta blogs de cocina distintos. Además han creado un interesante proyecto llamado #aprendoacomer, con el objetivo de conocer mejor los alimentos de temporada, saber prepararlos y gracias a ello tratarnos mejor a nosotros y al medioambiente.
Es momento de cuidar el órgano más grande de nuestro cuerpo, el hígado, encargado entre otras cosas de desintoxicar todo lo que comemos, respiramos o absorbemos a través de la piel. Para ayudarle es muy importante que ahora no olvidéis beber agua o infusiones a menudo: el té verde es la mejor opción para limpiar el organismo, forma parte cada mañana de mi desayuno.
Los cítricos, las verduras verdes, el ajo crudo, el aceite de oliva, el arroz integral, las nueces... son alimentos que mejorarán el funcionamiento del hígado y también lo limpiarán de forma natural. Como siempre, os recomiendo consumir mucha fruta diaria, fundamental para mantenernos guapos por dentro y por fuera.
Esta receta es perfecta para cenar, por su bajo aporte calórico y su elevado contenido en vitaminas, minerales y fibra. Es un plato que contiene altos niveles de agua y potasio, dos nutrientes que nos ayudan a eliminar líquidos tras el abuso de comidas ricas en sal y azúcares.
También es ideal para recuperar la rutina por sus altos contenidos en fibra.
El tomate es un #superalimento antioxidante, ideal para empezar el año combatiendo el estrés oxidativo de las células. Tan sólo contiene 17 Kcal/100gr y es bajo en sodio, por ello es ideal para depurar y eliminar toxinas. Es un alimento alcalino, antioxidante y que nos llenará de vitaminas y minerales como el potasio, magnesio, fósforo y calcio.
Otra buena opción como entrante o cena. Bajo en calorías, muy nutritivo y rico en agua, una receta óptima para recomponer el estómago tras los excesos.
Gracias a estas recetas con altos contenidos en agua, ayudaremos al cuerpo a eliminar los compuestos que no necesite. Aun así debemos beber diariamente al menos dos litros de agua entre las comidas.
La coliflor y los ajetes son alimentos con mucha fibra, que además de mejorar nuestra actividad intestinal nos harán sentirnos saciados fácilmente.
Esta receta no te llevará más de 10 minutos de preparación en la cocina, por tanto se convierte en una opción ideal para cenar sano, caliente y sin perder tiempo. Queda muy resultona con los brotes y un toque de pimienta, y sorprende por su suave sabor.
¡La calabaza es mi alimento preferido de la temporada! En mi nevera nunca faltan las cremas o las guarniciones con esta deliciosa hortaliza.
Por su alto aporte de agua y potasio es un alimento diurético, ideal para recuperar la línea en estos días. Además en esta receta la adición de especias como el comino, la nuez moscada y la pimienta, aumenta el aporte de fibra de la propia calabaza.
La zanahoria es otro de mis básicos nutricionales, por su importante proporción de Vitamina A y antioxidantes.
La incorporación de la patata junto con las verduras y hortalizas incrementa el contenido en vitamina C, también con altos niveles antioxidantes.
La leche de almendras y el aceite de oliva virgen extra confieren a la receta grasas que ayudan a reducir los niveles de colesterol sanguíneo, creando una receta rica en grasas cardiosaludables.
Y por último esta receta, muy sencilla y completa. Me gusta porque vale como plato único ya que incorpora ingredientes de todos los grupos.
La mezcla de cereales (quinoa), legumbres (mijo), hortalizas (cebolla, ajo), hongos (setas shiitake), marisco (gambas), huevos, leche de coco y aceite; da lugar a un guiso rico en hidratos de carbono, proteínas, grasas, fibra, vitaminas, minerales y grasas cardiosaludables.
El miso es un alimento tradicional japonés considerado una joya alimenticia por sus múltiples aportes nutricionales. Es una pasta vegetal derivada de la fermentación de las soja, la cual puede llevar también cereales (cebada o arroz) y sal marina.
Es un alimento alcalino muy digestivo, altamente nutritivo para el sistema nervioso y depurativo.
También contiene compuestos que pueden favorecer el equilibrio de los microorganismos del intestino, mejorando cualquier posible alteración del mismo, que suele ser habitual tras las comidas navideñas.
También es una receta ideal para recuperarnos después de un buen entrenamiento... ¡que hay que volver a la rutina deportiva!
Gracias a la nutricionista @MariaNeira_DN por su colaboración en este post y a Recetags por sus ideas.