Pescadores a favor del mar

telecinco.es 20/10/2021 14:41

Esta semana he tenido la oportunidad de formar parte de “Pescadores a favor del mar”, un proyecto muy importante que tiene como objetivo enseñar a los pescadores cómo deben actuar ante la captura accidental de tortugas marinas en el Mediterráneo.

Desde el año 2017 existe una colaboración ante la captura accidental de estos animales entre la cofradía de Sant Carles de la Ràpita y la Fundación CRAM. Esta cofradía fue fundada en 1919 y es la que más volumen de embarcaciones tiene de Cataluña, con un total de 90 embarcaciones: 41 de arrastre, 47 de artes menores y 2 auxiliares.

Actualmente llegan a puerto entre 20 y 22 toneladas diarias de pescado y es fundamental que los pescadores se impliquen en proyectos como éste para rescatar las capturas accidentales que ocurren a diario.

Las capturas accidentales representan una de mayores amenazas para la supervivencia de las tortugas y por eso es vital la implicación y la colaboración del sector pesquero. En lo que va de año, la Fundación CRAM -una organización sin ánimo de lucro que lleva más de 25 años trabajando en la conservación marina- ya ha atendido a más de sesenta tortugas, ayudándolas a recuperar el estado de salud tras la captura y

devolviéndolas al mar.

Como también os cuento en mi libro, Somos agua, los pescadores se convierten en una pieza fundamental en la conservación de las tortugas marinas y de otras especies como los tiburones, ya que son los primeros en detectar la captura y son los encargados de activar el protocolo de rescate.

Una reciente publicación científica reveló que las tortugas marinas capturadas accidentalmente en redes de arrastre podían sufrir de una enfermedad disbárica, muy similar a la sufrida por buceadores al exceder el tiempo de inmersión o ascenso demasiado rápido a la superficie.

Estas enfermedades se desencadenan principalmente por la suma de subir al animal rápidamente hasta la superficie y por el estrés que sufren tras la captura. Esta situación podría causar que las tortugas marinas no pudieran llevar a cabo correctamente la transferencia de gases del torrente sanguíneo, acumulando cantidades de nitrógeno que pondrían en riesgo su supervivencia, además de una posible sobreexpansión pulmonar.

Por esta razón, cuando una tortuga marina es capturada por accidente, aunque parezca activa y sin síntomas evidentes, requiere atención veterinaria inmediata para hacer un diagnóstico adecuado y un tratamiento de emergencia si es necesario. De lo contrario, si ha sido afectada internamente y no recibe tratamiento, podría morir después de unas horas o días tras ser devueltas al mar.

Este descubrimiento científico puso en evidencia la necesidad de revisar los protocolos de acción después de una captura accidental de tortugas marinas y trasladar esta información a los pescadores para establecer alianzas y un marco de trabajo conjunto que aumente las posibilidades de supervivencia de estos

animales. Al mismo tiempo, y como punto clave en el tratamiento de esta patología, la Fundación CRAM cuenta con la única cámara hiperbárica de Cataluña diseñada específicamente para el tratamiento de las enfermedades disbáricas en tortugas marinas.

En un inicio el número de embarcaciones que colaboraban era reducido, pero ha ido en aumento con el tiempo y sobre todo con el boca a boca entre pescadores. El ser parte fundamental del proceso de rehabilitación de la tortuga, ponerle el nombre y finalizar con su liberación junto a su familia, hace que cada vez sean más las embarcaciones colaboradoras. Entre todos podemos aportar nuestro granito de arena para preservar el entorno marino y sus especies. Gracias a la Fundación CRAM y a Frosch por todo su trabajo y por una iniciativa tan necesaria.