El otoño es una de mis estaciones favoritas porque recojo todo lo sembrado y trabajado en los meses anteriores. Tengo la suerte de tener manzanos, duraznos, membrillos, ciruelos, higueras... y con todas esas frutas he aprendido a hacer mermeladas y compotas con muy poco azúcar y con todo el sabor de la fruta.
Así que lo prometido es deuda, aquí tenéis mi receta de mermelada ecológica casera.
Os diría que lo más difícil de conseguir y para mí lo más importante son las materias primas. Lo ideal es hacer estas mermeladas con frutas que incluso podáis recoger vosotros de los árboles y que sepáis que no han tenido ningún tratamiento artificial.
Cuando tengamos todas las frutas preparadas, las limpiaremos bien y las trocearemos, separando los pipos y las partes feas si las tienen. Yo suelo dejar la piel siempre (incluso de los higos), y para conseguir todo el sabor de la fruta el truco está en dejar macerar los frutos antes de ponerlo a fuego lento.
Utilizo la misma receta para hacer mermelada de ciruela, de manzana, de higo, de durazno… e incluso para hacer membrillo:
Sólo os queda ponerla en tarritos y dejarla al baño maría 15-20 minutos para conseguir una buena conserva. Recordad que es importante que al final del proceso le pongáis una etiqueta con la variedad y la fecha de envasado.
Espero que probéis en casa y me digáis qué tal os ha salido
Bon appétit!