El circo de Gredos
Uno de los lugares que visito cada verano desde que soy una cría y que me llena de vitalidad es la sierra de Gredos, una de las regiones geográficas más características de la península, con cumbres por encima de los 2000 metros y paisajes rudos, cuajados de luz y azotados por el viento y la nieve la mayor parte del año.
Es por ello que el verano es la mejor época para subir a sus picos, aunque conviene siempre estar muy atentos a la predicción meteorológica antes de emprender camino ;)
La primera vez que subí a la Laguna Grande tenía seis o siete años, y todavía recuerdo lo bien que me sentí allí arriba rodeada de escobas en flor (piornos), cabras montesas, neveros y el agua cristalina del Charco Esmeralda, en el que me he bañado durante toda mi vida excepto este año; en el cual me he encontrado un paisaje un poco desolador…
A medida que me acercaba a la Laguna no daba crédito a lo que veía y es que apenas quedaba laguna, el agua casi no cubría el suelo y las plantas estaban creciendo en lo que era el fondo del lago. Cuando llegamos al Charco Esmeralda apenas había charco y por supuesto estaba muy lejos de aquellas aguas puras y turquesas que recordaba. Ni que decir que después de este verano tan cálido los neveros eran historia.
De hecho me extrañó seguir encontrando estas delicadas ranitas de San Antonio que siempre brincan alrededor de las lagunas, con las que me encantaba jugar de pequeña.
La ruta a la Laguna Grande actualmente es muy accesible, con camino de piedras y senderos durante todo el trayecto, bien indicado y apto para los peques. Hay varias fuentes a lo largo del recorrido y un refugio en la Laguna donde podéis hacer noche o coger provisiones. Es un itinerario de menos de dos horas (a paso ligero) desde la plataforma de Hoyos del Espino, la cual se encuentra a 1780 metros. Si vais a hacerlo en el día, es recomendable madrugar para subir antes de que el sol caliente y aprovechar la jornada allí.
También es uno de los puntos de partida de muchas otras rutas, por tanto es el lugar habitual de descanso de muchos montañeros para hacer noche antes de iniciar otras excursiones por ejemplo al Almanzor, pico más alto del Sistema Central con 2592 metros.
Aunque para mí la ruta más bonita para subir a Gredos es la que podéis hacer desde Navalperal de Tormes. Desde la garganta del río Tormes se bifurca el camino hacia la Laguna Grande y las Cinco Lagunas (ésta es mi favorita).
Lo ideal es hacer noche en el pueblo, comenzar el camino al amanecer y en cuatro horas aproximadamente llegar a contemplar el valle de las Cinco Lagunas, una garganta glaciar con hermosas fuentes de aguas heladas y cristalinas a 2103 metros de altitud (la más alta).
Un paisaje bucólico donde reinan el silencio y la naturaleza, el viento frío te curte el rostro y el cielo nocturno es un espectáculo grandioso difícil de describir.
Supongo que lo más singular es poder salir desde el pueblo caminando y llegar hasta esos luminosos valles, trepando hasta unos riscos cercanos a las estrellas donde he dormido más de una noche al raso.
Otra de mis rutas preferidas y adonde más veces he subido es al Morezón, a 2389 metros, un pico con unas vistas impresionantes del Circo de Gredos. Es una excursión muy bonita para hacer en el día, con un tramo final un poco más exigente.
La Mira es otro de los asombrosos parajes que alberga esta sierra y al que tengo ganas de volver; subí con apenas diez años y mantengo un recuerdo inmejorable, aunque la ruta es dura para hacerla en un único día.
Al bajar a Hoyos del Espino podéis reponer fuerzas en el Bar Gredos con unas patatas revolconas y antes de iros, no dejéis de pasar por la panadería del pueblo y llevaros un pan redondo y unos mantecados ;)
El trekking es una actividad muy completa, un ejercicio aeróbico que aumenta la resistencia, tonifica los músculos del tronco y las piernas, desarrollando al mismo tiempo la capacidad pulmonar y mejorando la eficiencia del corazón. Además os permitirá alcanzar lugares remotos donde sentiros libres.
Podría seguir describiendo muchos de los fascinantes rincones que alberga Gredos, pero espero que los descubráis vosotros practicando este deporte que os acercará a la naturaleza y a una soledad necesaria, difícil de encontrar en nuestro día a día.