Cozumel es la isla caribeña más grande de México y acoge una de las mejores reservas marinas del mundo. Está cubierta de selva densa y pantanos, y se formó hace millones de años sobre un montículo marino que actualmente está rodeado por una línea costera fosilizada cubierta por un arrecife de coral vivo.
Las inmersiones suelen hacerse desde barco y a la deriva, con corrientes que son más tranquilas entre mayo y septiembre.
Las condiciones de visibilidad son perfectas si el tiempo acompaña (30 metros en invierno y ¡hasta 50 en verano!) y la temperatura del agua se mantiene durante todo el año entre 27-28ºC.
En esta isla he hecho alguna de las mejores inmersiones que recuerdo. La primera vez que buceé aquí me quedé maravillada del tamaño de los peces y los corales. Es como sumergirte en un acuario, los fondos están bien conservados y la fauna se mueve a sus anchas, sin miedo a los visitantes.
La diversidad de vida marina del Caribe es inmensa y sorprendente, en cada inmersión descubres especies y aprendes infinidad de cosas sobre su comportamiento en el arrecife.
En este post os voy a enseñar las especies que más me gustan de estas aguas y de las que hemos podido disfrutar en este último viaje.
En una de las inmersiones nos cruzamos con meros casi tan grandes como yo, impresionantes. De distintas tonalidades, todos gigantescos con su cara de pocos amigos, tranquilos y territoriales. Es el pez más grande que se puede observar en los arrecifes (aunque si tenemos suerte también nos podemos cruzar con algún tiburón). Suelen ser curiosos cuando nos ven.
En el primer vídeo podéis ver uno de mis peces favoritos del Caribe, los peces cofre, especialmente las crías. Tienen el cuerpo en forma de cajita y las aletas dorsales son muy pequeñas respecto al resto del cuerpo; y son divertidos porque se mueven de forma muy torpe, siempre pululan por el arrecife como si se hubieran perdido.
En Cozumel se pueden ver infinidad de parejas de peces Ángel, majestuosos y elegantes, con un anillo brillante al rededor del ojo. Nadan con un movimiento ondulatorio muy característico.
Los peces trompeta también son muy curiosos, tan alargados que parece que no tienen volumen, es como si los vieras en dos dimensiones.
El pez loro también es muy habitual en el Caribe y muy llamativo por sus colores verdeazulados intensos y suinconfundible pico con el que rasca los corales.
En esta zona son abundantes las misteriosas rayas pintadas, con numerosas manchas oscuras y claras, y una robusta cola con espinas venenosas. Yacen en el fondo arenoso, y permanecen inmóviles a menos que te acerques mucho.
Los peces escorpión, inmóviles en medio de la frenética actividad del arrecife, pasan completamente desapercibidos. Confiados en su espléndido camuflaje, no se inmutan ante los submarinistas.
Y las imponentes morenas, sorprendiéndonos en los recovecos: aquí son muy vistosas las verdes, que pueden alcanzar los 2,4 metros de longitud. Abren la boca constantemente, y aunque el gesto puede resultar amenazador, no lo hacen como ataque, si no para respirar.
En este viaje también hemos visto muchas tortugas; en las aguas caribeñas habitan tres especies: la Tortuga Boba, la Tortuga Carey y la Tortuga Verde. Son reptiles marinos que sólo se acercan a la costa a poner huevos. Todas están en peligro por la caza y la sobre recolección de los adultos y sus huevos, así como la pérdida de sus hábitats de puesta.
Bucear junto a una tortuga de este tamaño (por lo general entre 90-130 cm de longitud) es una experiencia maravillosa. No son asustadizas, y vagan como mecidas por la corriente. Avanzas junto a ellas y si no las perturbas puedes permanecer un buen rato observándolas. Algunos de los mejores recuerdos que guardo bajo el mar son entre estas especies.
Todo esto acompañado de damiselas de colores, peces ardilla, gobios, peces ballesta, peces globo e infinidad de formaciones coralinas espectaculares.
Si os gusta el buceo o tenéis interés por aprender a reconocer especies os recomiendo las Guíasde Helmut Debelius, libros especializados para buceadores y biólogos muy completos y con unas fotografías fabulosas. Se clasifican por especies, mares y océanos… ¡yo siempre los llevo conmigo!
Antes, después y durante estos viajes, son una perfecta bitácora del fascinante mundo submarino, del que aún nos quedan miles de maravillas por descubrir y seguiré compartiendo con vosotros en próximos destinos.
Gracias a Daniel Aldaya, por filmar todo y cuidarme dentro y fuera del agua en esta aventura.