¿Te atreves a bucear?
¿Os apetece bucear pero no sabéis por donde empezar? ¿Sentís aprensión en el mar y no estáis seguros de que os vaya a gustar?
¡En este post os saco de dudas! La temporada de buceo ya ha comenzado y me apetecía mucho contaros en qué se basan los cursos y todo lo que debéis saber para seguir los pasos adecuados.
Hace algunas semanas estuve participando en la formación de nuevos buzos durante su curso Open Water Diver. Actualmente las dos empresas más importantes que expiden títulos homologados a nivel mundial son PADI y CMAS. Con ambas obtendrás tu titulación de buceador válida en cualquier parte del planeta.
El mundo de los cursos ha estado rodeado de cierta polémica, ya que cada vez se obtienen con más facilidad, especialmente en zonas turísticas como el Caribe o el sudeste asiático. Allí es posible conseguirlos sin tener apenas conocimientos, y en muchos casos, incluso sin saber nadar.
El buceo es un deporte muy seguro pero lo practicamos en un medio al que nunca debemos perder el respeto. En el mar siempre pueden surgir contratiempos y hay que estar lo más preparado posible para solventarlos. Aunque se practica en pareja y siempre que buceéis iréis acompañados de un guía, lo mejor es estar entrenado e intentar ser lo más autónomo posible bajo el agua.
Para que os hagáis una idea, hace treinta años para obtener la titulación te preparabas durante aproximadamente seis meses, entrenando natación casi a diario y enfrentándote a un examen en piscina y en aguas abiertas que nada tiene que ver con el actual. En esta foto podéis ver a mis padres cuando empezaron a bucear con chalecos de Iberia, antes de que existieran las equiparaciones actuales.
Aunque hoy la preparación es mucho menos exigente, sí os recomiendo que busquéis una escuela donde el curso tenga al menos tres clases teóricas, dos jornadas en piscina y dos salidas al mar donde haréis cuatro inmersiones.
El material que os darán al empezar el curso es un libro, un DVD y vuestro primer logbook (un diario de buceo que rellenaréis después de cada inmersión).
La materia se divide en tres grandes bloques y antes de las clases teóricas es fundamental leerlo y hacer los ejercicios de cada tema. De esta forma las sesiones serán más amenas, las aprovecharéis al máximo y avanzaréis más. En ellas estudiaréis qué le ocurre a vuestro cuerpo mientras bucea, en qué consisten los equipos, cómo planificar las inmersiones, comunicación bajo el agua, resolución de posibles problemas…
Al finalizar el tercer día de clase normalmente os harán el examen, tipo test de 50 preguntas donde podréis fallar 12. No tendréis ninguna dificultad si os leéis los temas y estáis activos en clase.
Los entrenamientos en piscina son fundamentales. De hecho, sería ideal asistir a clases de natación durante unos meses para coger fondo y aprender un poco de técnica de aleteo, imprescindible para defenderte con el equipo bajo el agua y economizar el aire.
En estas jornadas os familiarizaréis con los equipos, los montaréis y bucearéis con ellos. Es muy importante tener este primer contacto en un lugar tranquilo donde haceros un poco a las nuevas sensaciones y a la ingravidez.
Todos los ejercicios que se llevan a cabo en el mar se practican primero en piscina y dependiendo de la escuela añaden distintos tipos de prácticas y pruebas adicionales.
En el mar haréis dos inmersiones diarias, durante la mañana, en un fondo arenoso cercano al puerto, a poca profundidad y resguardado de corrientes.
Bajaréis con vuestro instructor y el resto de alumnos para llevar a cabo las pruebas, que consisten, a grandes rasgos, en superar habilidades de flotabilidad, comunicación y posibles circunstancias que debéis saber resolver.
Y tras ellos tendréis tiempo de dar un pequeño paseo por los alrededores y poner en práctica lo aprendido. En estas fotografías podéis observar cómo se realizan los ejercicios bajo el agua.
Cuando terminéis os espera uno de los mayores placeres del buceo: una cerveza helada entre amigos, observando el mar y sintiendo que os lleváis un poquito de #VitaminSea.
Y ya estaréis preparados para sumergiros y descubrir las maravillas que aguardan las profundidades en cualquier parte del planeta.
Gracias a OceanoV5 por su predisposición y a Álvaro Puerto por sus fotografías.