Zagreb es la ciudad del millón de corazones. No sé si lo habíais oído alguna vez, pero es así. Están por todos los sitios. En los souvenirs, en la decoración y hasta en los manteles de las mesas. Y es una preciosa capital para una escapada de fin de semana que disfrutaréis de manera increíble.
Cómoda, moderna y cercana, vámonos a la capital de Croacia y a descubrir por qué los corazones que fueron de mazapán están por todos los sitios.
La razón es una leyenda que ha calado de manera profunda en todos los zagrebíes. Dice la tradición que el enamorado se planta con uno de esos que tiene un espejo incrustado frente a su amada y se lo coloca cerca del pecho para poder ver su alma.
Otros sostienen que el corazón se pone en la cara de la amada para poder decirle que solo ella está en su alma. Fuera como fuera os tenéis que traer uno. Como queráis, en forma de imán, joyero o hasta colgante, pero es lo que más recuerda a la ciudad. Y hablando de corazones y amados, yo tuve la suerte de ver la llegada de varias novias a la iglesia de Santa Katarina para casarse en una ceremonia de matrimonio múltiple. De la escapada os llevaréis además un fabuloso paseo por preciosos lugares como la "Herradura verde" que éstos días ha acogido un importante festival internacional callejero: "Cest is D'Best".
Ha sido la edición número 17 de un festival con solera y con iportantes actuaciones de artistas que han tenido lugar en espacios abiertos...Y aprovechando el buen tiempo, la gente se ha lanzado a la calle a disfrutarlo.
¡Una delicia!. Al ambiente, la temperatura, la luz...Todo acompaña para disfrutar de la ciudad.
Ya que estáis en la "Herradura Verde", aprovechad para explorarla porque aquí encontraréis todos los edificios representativos de la cultura urbana zagrebí: la estación de ferrocarril, la Academia de Ciencias y Artes, la Biblioteca Universitaria. Es paseo estupendo rodeados de verde en pleno centro. Otra zona en la que encontraréis el auténtico alma de la ciudad está en el Mercado Dolac.
Una de las peculiaridades de ésta capital son los mercados al aire libre. Casi todos los barrios tienen uno, y éste es el más conocido porque está justo al aldo de la catedral.
Aquí los productores de frutas, verduras, pescados y carnes ofrecen sus productos desde primera hora de la mañana. Refugiados bajo una sombrillas que les resguardan del sol y de la lluvia pasan toda la mañana. Fijaros en el tejido de los parasoles porque son tradicionales de Zagreb. En tonos rojos con el extremo surcado por distintos colores.
Dicen que en éstas calles se encuentra el vientre de la capital porque los gourmets "se ponen las botas " eligiendo los productos para sus platos. Todos deliciosos, por cierto, pero de eso hablaremos más adelante.