Viaje por el Japón desconocido y misterioso II: Tateyama y los Alpes Japoneses
Los Juegos Olímpicos de invierno del 98 colocaron en el mapa a la ciudad japonesa de Nagano, un enclave tranquilo que acoge uno de los templos más famosos y antiguos de Japón. Pero la Prefectura también atesora monumentos naturales muy atrayentes. Los espectaculares y muy desconocidos Alpes Japoneses ofrecen a las turistas infinitas paredes de hielo de varios metros. Hoy os llevo de paseo entre ventiscas, leyendas milenarias y manjares salidos del mar…¡Bienvenidos a Nagano y a la Ruta Alpina de Tateyama!!!!!!
Para iniciar el recorrido nos desplazamos al lugar sagrado en el que comenzó todo. La ciudad se levantó alrededor de Templo de Zenkó-ji al que cada año acuden en peregrinación hasta 4 millones de personas. Es uno de los más ancianos del país, se remonta al siglo VII, y su gran valor tiene que ver con el Buda que se guarda celosamente entre sus paredes y que podría haber sido el primero que llegó a Japón. Nadie le ha visto desde hace décadas, pero una réplica se adora una vez cada 7 años en una masiva celebración que se retransmite a todo el país. Atención a su entrada. Las dos estatuas que flanquean el camino son un artístico recordatorio de que la muerte, tarde o temprano, nos alcanza. En la izquierda un niño con una boca que dibuja el fonema ‘ah’. A la derecha un anciano y la representación de ‘uh’…Primer y último sonido del alfabeto japonés que evoca el ciclo de la vida al que estamos abocados.
Las hordas de visitantes se dirigen raudos al templo principal, ese que además de la venerada imagen de Buda, guarda la que según muchos es ‘la llave de la salvación’. Para alcanzarla hay que descender por una estrecha escalera que conduce a un oscuro túnel por el que se camina totalmente a ciegas bajo el altar. Es el túnel que iguala a ricos y a pobres, a blancos y asiáticos, a hombres y mujeres…Todos somos iguales en la oscuridad del laberinto…El recorrido tiene varios metros y se trata de descubrir y tocar a tientas una llave que los creyentes piensan que otorga la salvación divina. La experiencia es curiosa porque se avanza en las tinieblas con el único punto de apoyo de una pared fría. Durante esos minutos da tiempo a pensar y sentir muchas cosas. Sientes el frío, el silencio,… Te ves torpe y te entran las dudas de si serás capaz de lograrlo…Pero al final siempre hay un compañero que te ayuda y …¡¡¡¡Consigues el propósito!!!! ¡¡¡Estás salvada!!!!
El otro gran Paraíso que guarda la Prefectura de Nagano tiene que ver con las maravillosas montañas denominadas Alpes Japoneses. Esta región es un edén para los amantes del sky, pero también tiene mucho que ofrecer a los que simplemente quieren disfrutar de la nieve. El reto del visitante no es pequeño y se centra en llegar a tiempo al Murodo, una cima de 2450 metros que necesita varias horas de recorrido por 6 trasportes distintos.
La ‘Tateyama kurobe Alpine Route’ es extensa, tiene muchos kilómetros y el último autobús de subida es a las 4 de la tarde. Si no le cogéis perderéis el hotel de esa noche, así que llevad cuidado. La primera parada es la Presa de Kurobe, la ‘Kurobe Dam’, una monumental obra de ingeniería proyectada poco después de la Segunda Guerra Mundial. Se levantó en apenas 7 años con el trabajo sin descanso de 10 millones de obreros. Fue una de las mayores obras públicas del siglo, pero su construcción se cobró la vida de 175 obreros… En su memoria se alza una gran escultura que sirve como punto de partida para atravesar el gran puente en el que la naturaleza más poderosa comienza a hacer su aparición. Hemos iniciado la subida y el viento azota sin piedad. Sopla con fuerza recordando que es el dueño y señor del lugar, que nadie puede escapar de él. Se marcha la tarde y los últimos rayos de sol avisan de que ni no llegamos pronto al refugio, la montaña nos someterá a temperaturas extremas… Hay que darse prisa. Eso sí, las máquinas con todo tipo de bebidas calientes y estimulantes se encuentran, literalmente, cada dos pasos…¡Qué nadie pare por falta de gasolina!
Varios teleféricos, funiculares y tramos de autobús por un túnel excavado en la roca después, llegamos al único hotel del Murodo, un alojamiento emplazado a 2450 metros que es el más alto de Japón. Las vistas son imponentes, las habitaciones sencillas pero cómodas. El espacio más grande, una enorme tienda con todo tipo de dulces y recuerdos. Me cuentan que es tradicional llevar a los compañeros de trabajo alguna chuchería para compartir, por eso las botellas de sake y las cajas de golosinas se encuentran por doquier. Antes de descansar hay que visitar el ‘onsen’, el baño tradicional japonés, para aliviar el estrés. Mañana será otro día…
Pero ese nuevo día amaneció con una ventisca más intensa que la que se había desatado la noche anterior. Apenas se veía en el exterior…No podemos iniciar el regreso, tenemos que esperar.
Normalmente se pueden hacer rutas por los alrededores para disfrutar del entorno tan especial, pero hoy apenas se ve a un par de metros…Pasa una hora…Pasan dos…Y al final llega la buena noticia…¡Se reabre la ruta! Podemos continuar…La bajada se ha ido despejando a pesar del frío, pero en los meses más crudos la pared de hielo llega a alcanzar varios metros de altura. El cielo y la nieve se unen en una línea difusa. La montaña es peligrosa, pero también el más bello de los lugares cuando brilla el sol.
La ‘Kurobe Alpine Route’ tiene varios sentidos, pero el más recomendables es el que va de Kanazawa a Toyama. Precisamente allí se pueden realizar un par de interesantes paradas. La primera es el ‘Mori Shusui’, un museo de Arte en el que podréis descubrir las diferencias y utilidades de las espadas tradicionales japonesas. Para nosotros todas son Katanas, pero nada más lejos de la realidad. Cada una corresponde a una época y a una forma de defensa distinta. Para empezar está la ‘Naginata’, un arma muy larga de casi 2 metros que solían manejar las mujeres. Después viene la ‘Tachi’, con la cuchilla en la parte de abajo y diseñada para ser usada montada en un caballo. Desde esta altura para liquidar a un enemigo se necesitan dos movimientos, de ahí que lo afilado se encuentre a la izquierda. Posterior a la ‘tachi’ fue la ‘katana’, una espada con la cuchilla a la izquierda y mortal con un único golpe. Se puso de moda cuando los samuráis dejaron de depender de los animales de cuatro patas. Y falta la más pequeña y enigmática. La que más secretos guarda y la que más literatura ha inspirado: el ‘Tantou’…
Lo habréis adivinado, es el arma con el que los guerreros solían hacerse el harakiri para recobrar su honor tras una deshonra. Impresiona porque es pequeña, muy corta. Mide entre 15 y 30 centímetros. No más. Solían esconderse debajo del sobaco y eran muy populares por la soltura con la que se manejaban. Pero había una gran diferencia entre ésta y las demás: el doble filo. Los samuráis creían que el alma residía en el estómago y por eso se suicidaban atravesándolo.
Otra buena clase de Arte, pero esta vez moderno podréis recibir en un fabuloso museo de reciente inauguración. Es el de Arte y Diseño de Toyama. Formado por una colección de 3.000 posters, pinturas y objetos de arte de los años 80, tiene varias salas interactivas y hasta una terraza llena de juegos para que disfruten los más pequeños. Un buen plan que os sacará de los circuitos de turismo tradicional y os acercará al Japón más moderno y cosmopolita que ve en la cultura una apuesta segura para avanzar. ¡Cuánto tenemos que aprender!
HOKORIKU ARCH PASS
Recordad que para recorrer el país lo mejor es sacarse un abono de tren. El Hokuriku Arch Pass os llevará a las ciudades más importantes de las Regiones centrales por un módico precio. También os permitirá probar los famosos ‘trenes bala’ que comunican el país en tiempo récord.