Viaje por el Japón desconocido y misterioso : Kanazawa
Dice un proverbio popular que ‘hay muchos mundos, y todos están en este’…Uno de esos universos particulares, diferentes a lo que nunca habéis visto hasta ahora es Japón. Un país lejano y desconocido, a veces misterioso, a veces indescifrable, pero siempre fascinante, que ahora comienza tímidamente a abrir sus puertas al visitante. Hoy comienzo un viaje por el que espero que me acompañéis, sobre todo si queréis descubrir el Nipón auténtico, el real, el que está más allá de los turistas de paso. Será una aventura sorprendente al corazón de una cultura milenaria llena de geishas modernas, palacios de techos alados y bosques de árboles rojos.
Inicio mi periplo por una ciudad totalmente desconocida en Occidente, aunque llegó a ser la sede de una de las familias feudales más poderosas de la Edad Media, el Clan Maeda. Kanazawa es grande y espléndida…El otoño irrumpe con fuerza hasta las principales avenidas de la capital de la Prefectura de Ishikawa. Viene sin llamar, volando entre las paradas de autobuses, llenas de bancos tapizados para hacer la espera más amena. El viento pasea raudo por toda la ciudad, empezando por su espectacular estación de tren, un lugar que ha revivido con la llegada del famoso Shinkansen Hokuriku, el tren bala que conecta cualquier ciudad de Japón en tiempo récord.
La estación de Kanazawa es un espléndido castillo moderno lleno de acero, hierro y cristal. Un espacio en el que se vislumbra el Japón más puntero y futurista ya que acoge a la primera estación totalmente ecológica del país: paneles solares, cúpulas de vidrio y un enorme ‘torii’ (puerta de entrada a los santuarios) de varios metros de altura, dan forma a esta proeza de la arquitectura que se convierte en la primera sorpresa de la ciudad.
La villa es sobradamente conocida en todo el país por un fabuloso jardín del periodo Edo que llega a su máximo esplendor con las primeras nevadas. En ese momento la televisión nacional conecta en directo con Kenroku-en , considerado uno de los tres parques más bonitos de todo el Estado… Y debe serlo, sin duda, a juzgar por la combinación de cualidades que según su nombre se atesoran en el vergel: aislamiento, amplitud, artificialidad, antigüedad, agua abundante y vistas…Todo ello apreciable incluso en un corto paseo mañanero en el que os encontraréis a muchísimos locales y también turistas nacionales y chinos que acuden casi en peregrinación para inmortalizar el momento en una foto o selfie. Kenroku-en probablemente fue un jardín que perteneció a una mansión situada extramuros de Kanazawa allá por el siglo XVII…Y de ahí su esplendor…Esplendor que por cierto todavía conserva intacto otro de los grandes atractivos de la ciudad, su Castillo, conocido con el sobrenombre de los ‘1000 tatamis’ (esteras que recubren el suelo de las casas).
La fabulosa fortaleza de Kanazawa fue la residencia de la legendaria familia Maeda durante 14 generaciones. Se incendió en 1881. Quedó arrasado, pero su importancia histórica fue determinante para que con el tiempo comenzara una rehabilitación que hoy permite pasear por el lugar como que nada hubiera pasado. Prepararos a ver algo distinto si es la primera vez que traspasáis el umbral de un Castillo japonés…No tienen nada que ver con los nuestros. Para empezar sus tejados son alados, de líneas alargadas y elegantes. Sus salas son limpias y diáfanas, apenas se ven muebles. En el suelo, finos ‘tatamis’ y en las paredes, largos paneles corredizos tras los que se esconde lo imprescindible, y eso incluso a veces algún soldado preparado para intervenir.
Si llegáis al Palacio desde el Jardín Kenroku-en atención a la elegante puerta de ‘Ishikaes-mon’, todavía podréis observar en ella los agujeros que servían para arrojar rocas a los invasores. La ‘Hishi-yagura’, la torreta en forma de diamante y el ‘Gojikkennagaya’, el arsenal, se reconstruyeron con técnicas tradicionales.
El viento, el frío y la nieve llegan también en invierno al barrio vecino del Castillo, el más visitado por los turistas, el de Nagamachi. Esta lleno de preciosas casas escondidas en calles sinuosas. En sus paredes se atesoran los secretos de los samuráis que vivieron en ellas durante décadas. Los legendarios mercenarios encontraron aquí descanso y refugio para una vida errante e incierta ligada a los caprichos de su señor. Una de ellas, la Casa ‘Nomura’, se conserva como Museo. Llama la atención su jardín particular. No es grande, peor resulta un auténtico oasis de paz y, lo más importante, nos ayuda a hacernos a la idea de lo que los japoneses consideran lujo de verdad.
No os marchéis de la ciudad sin acercaros a un museo pequeño y recogido, pero francamente sorprendente: el de Suzuki. Se trata de una muestra dedicada a uno de los filósofos budistas más importantes de la edad moderna. Sus obras fueron determinantes para que occidente se acercara al pensamiento zen y entendiera sus puntos de vista. No os llevará mucho tiempo recorrerlo, pero reservad un buen rato para disfrutar del increíble jardín con espejos que invita a la meditación y al recogimiento. Será un buen alto en el camino, tan necesario para los viajeros estresados de hoy en día.
Kanazawa es hoy todavía una ciudad sorprendente y hasta cierto punto desconocida, pero pronto dejará de serlo. En unos años formará parte de todas las rutas turísticas porque tiene muchas cosas que ofrecer y conserva intacto el auténtico espíritu nipón que tanto nos fascina. Ahora os podéis acercar a ella a un precio módico aprovechando el Hokuriku Arch Pass, un nuevo abono de tren que os permite hacer un número ilimitado de viajes por el interior de Japón. Hablamos de algunas de las zonas más importantes e imprescindibles para el turista si tomamos como punto de partida Tokio: Nagano, Itoigawa, Toyama, Kanazawa, Fukui, Kyoto, Osaka,…El arco central está al alcance de la mano más que nunca…El Imperio del Sol os espera y su magia, también.